domingo, 19 de febrero de 2017

Elegir profesión, ¿somos completamente libres?

Todos los años, miles de muchachos se enfrentan a una decisión que marcará el curso de sus vidas por lo menos en los años venideros: elegir nuestro futuro, ya sea la profesión a la que queremos dedicarnos o elegir los estudios que vamos a cursar. Sin embargo, esto nos lleva a preguntarnos cuál es la influencia de los padres en dicha elección. 

En primer lugar, el ambiente en el que nos criamos puede condicionar nuestro futuro, aunque en ningún caso lo determina. Es por ello que en familias cuyos padres son médicos, por poner un ejemplo, los hijos suelen seguir sus pasos. Lo mismo pasa si estas familias poseen un negocio, por grande o pequeño que sea. No obstante, no se trata de una regla y todos conocemos casos en los que en una familia de médicos, por retomar el ejemplo anterior, los hijos se dedican a áreas completamente diferentes. 

Asimismo, en numerosas familias los padres no le dejan cursas a sus hijos la carrera que ellos quieren, ya sea porque consideran que no tiene "suficientes salidas" o porque quieren que sigan sus mismos pasos. Esto puede llegar a condicionar a los hijos, que se ven presionados por sus familiares por elegir carreras que no siempre les atraen. 

En definitiva, yo creo que elegir la profesión a la que queremos dedicarnos es una decisión muy importante, pues influirá decisivamente en nuestro futuro y, por tanto, somos nosotros los que deberíamos tomar esa decisión, pues nos conocemos mejor que nadie. Eso no significa que no podemos aceptar consejos de otras personas, como familiares o profesores, pues ellos cuentan con más experiencia. Por desgracia, no en todas las familias los hijos tienen la decisión de elegir y eso debería cambiar: es tu futuro, no el de tus padres, y ellos deberían aceptarlo.

domingo, 12 de febrero de 2017

Las modas

Las modas siempre han estado presentes en nuestra sociedad, tanto en costumbres como en la forma de vestir o en el ocio. Esto nos lleva a preguntarnos cuál es la importancia de las modas en la sociedad actual. 
Nuestra sociedad se ha visto gobernada o, cuanto menos, influida por el qué dirán. Durante generaciones nos hemos preocupado por lo que piensas los demás de nosotros y, asimismo, hemos criticado sin reparo alguno las costumbres de los demás. 
Sin embargo, es cierto que cada vez está mejor visto  que la gente no siga el camino más concurrido y piense de manera diferente al resto de gente. Vivimos en una sociedad, por lo menos en los países desarrollados como España, donde cada uno puede llevar la ropa que quiera o tener sus propias opiniones. 
Si bien es cierto que la industria de la moda, entre otras, siempre estará dominada por las nuevas tendencias, es cierto que reside en cada persona la decisión de seguirlas o no y, lo más probable es que nadie le juzgue por ello y es que, bien es sabido que para gustos los colores. 
En definitiva, para mí las modas tienen simplemente la importancia que cada uno quiera darles. 

domingo, 5 de febrero de 2017

Carácter competitivo, ¿una virtud?

El carácter competitivo se encuentra en el ADN de los seres humanos desde tiempos inmemorables. Esto se debe a nuestra condición de seres vivos y es que, en la naturaleza cualquier individuo, sea de la especie que sea tiene que aprender a adaptarse a los cambios para sobrevivir y sólo los individuos mejor preparados lo lograrán. Sin embargo, los tiempos han cambiado y el ser humano ya no tiene que luchar por su supervivencia,  por tanto, ¿ha dejado de ser la competitividad una virtud?

Vivimos en una sociedad en la que, a pesar de no ser estrictamente necesario, se nos obliga a competir, ya sea para adquirir un buen puesto de trabajo o para entrar en una universidad prestigiosa. Sin embargo, la competitividad deja de ser una virtud cuando se utiliza para pisar a otras personas y es que, las personas competitivas no suelen tener en cuenta al resto de gente cuando se trata de lograr una meta aunque, claro está, esto no es una regla. 

Además, considero que la competitividad muchas veces nos lleva a estresarnos y a no ser del todo felices, pues no estamos satisfechos hasta ser los ganadores o haber llegado a nuestra meta. 

En definitiva, aunque pienso que la competitividad es necesaria en algunas ocasiones, pues nos hace sacar lo mejor de nosotros mismos, no es una virtud, especialmente cuando nos impide ser felices o dañemos a las personas de nuestro alrededor. 

domingo, 29 de enero de 2017

La lectura: un portal hacia nuevos mundos


La Historia comienza con un hecho verdaderamente notable en la evolución de la humanidad: la invención de la escritura. Gracias a ella, podemos acceder a todo tipo de conocimiento y, asimismo, podemos imaginarnos como vivían nuestros antepasados hace 30000 años. Sin embargo, en esos tiempos la escritura y, por tanto, la lectura era un privilegio. Muy pocas eran las personas que tenían acceso a dicho tipo de conocimiento. Es más, hoy en día el analfabetismo todavía sigue presente en nuestra sociedad, especialmente en países subdesarrollados.


Leer nos da acceso a adentrarnos en las grandes mentes de la historia de la humanidad e ilustrarnos con su conocimiento. Si no fuera por la escritura, gran parte de ese conocimiento que se encuentra presente en nuestra sociedad, se hubiera perdido o, cuanto menos, se hubiera visto alterado de alguna manera, pues eso es lo que sucede cuando los hechos se transmiten de voz en voz, de generación en generación. La palabra hablada se pierde, transforma con el transcurso del tiempo, mientras que la palabra escrita permanece inmutable, siempre a la espera de un nuevo lector.

Asimismo, la lectura nos abre portales hacia otros mundos, ya sean reales o fantásticos y, todo ello, sin que tengamos que movernos del sofá. Un gran invento ese de la lectura. De hecho, gracias a internet ahora ni siquiera tenemos que movernos para ir a la biblioteca o a la librería. Un "clic" y todo listo.


Aunque muchas veces no nos demos cuenta, nos pasamos gran parte del tiempo leyendo, ya sea por diversión, para realizar un proyecto, para mandar un whatsapp a un amigo o, incluso, para cosas tan cotidianas como ir a la compra o cocinar una nueva receta.


La lectura se encuentra en todas partes y, a pesar de ello, muchas personas se preguntan si de veras leer es uno de los acontecimientos más importantes de la vida. Y es que ya lo dijo Cicerón en su día: "Un hogar sin libros es como un cuerpo sin alma". Aprender a leer no debería ser sólo un acontecimiento importante en la vida, sino un derecho y todo el mundo debería poder aprender a leer.

PD: Ninguna de las dos imágenes es mía. Créditos a sus autores.